Francisco Javier Treviño

Francisco Javier Treviño, 73, a father, grandfather, brother and friend to many went to be with the Lord on Friday October 3, 2025 in Fort Worth, Texas.

Javier was born to Miguel Treviño Longoria and Juana Aguilera Diaz on February 4, 1952, in Coahuila, Mexico. He was a loving father who deeply cared for and loved his family. He was always a busy man, constantly finding ways to help others and stay active. Whether it was going to his daughter’s house to spend time and help where he could, sitting outside watching baseball games or visiting with his sons and friends, he was happiest when surrounded by the people he loved. Javier enjoyed working outside in the garden, spending time outdoors, keeping the fire pit going while listening to music. Javier skilled hands helped shape the stonework around Mount Olivet, a lasting reflection of his hard work and dedication to his craft. His work continues to stand as a quiet tribute to his talent. Above all, he cherished every moment with his children and grandchildren, his greatest joy in life.

He was preceded in death by son Alejandro Treviño, his parents Miguel and Juana Treviño and his brother Miguel Treviño.

Those who were left behind to cherish his memory are his children Cristobal and wife Lisa, Daniel, Veronica and Luis Treviño; his 4 grandchildren Christopher, David, Emily, and Anthony; his great-grandchild Hailey; his siblings Olivia Espinoza, Pedro Treviño, Rosalia Valentin, Griselda Treviño, Edward Treviño, Martha Gutierrez and John Treviño; along with numerous extended family members and a host of friends in all corners of Fort Worth.

Francisco Javier Treviño, de 73 años, padre, abuelo, hermano y amigo de muchos, fue llamado a estar con el Señor el viernes 3 de octubre de 2025 en Fort Worth, Texas.

Javier nació de Miguel Treviño Longoria y Juana Aguilera Díaz el 4 de febrero de 1952, en Coahuila, México. Fue un padre amoroso que se preocupaba profundamente por su familia y la amaba con todo su corazón. Siempre fue un hombre ocupado, encontrando constantemente maneras de ayudar a los demás y mantenerse activo. Ya fuera yendo a la casa de su hija para pasar tiempo y ayudar en lo que podía, sentado afuera viendo partidos de béisbol o visitando a sus hijos y amigos, era más feliz cuando estaba rodeado de las personas que amaba. A Javier le gustaba trabajar al aire libre en el jardín, pasar tiempo en el exterior, mantener encendido el fogón mientras escuchaba música. Sus hábiles manos ayudaron a moldear los trabajos en piedra alrededor de Mount Olivet, un reflejo perdurable de su esfuerzo y dedicación a su oficio. Su trabajo continúa siendo un silencioso homenaje a su talento. Sobre todo, valoraba cada momento con su familia niños y nietos, su mayor alegría en la vida.

Le precedieron en la muerte su hijo Alejandro Treviño, sus padres Miguel y Juana Treviño y su hermano Miguel Treviño.

Los que quedaron para atesorar su memoria son sus hijos Cristóbal y su esposa Lisa, Daniel, Verónica y Luis Treviño; sus 4 nietos Christopher, David, Emily y Anthony; su bisnieta Hailey; sus hermanos Olivia Espinoza, Pedro Treviño, Rosalía Valentín, Griselda Treviño, Edward Treviño, Martha Gutiérrez y John Treviño; junto con numerosos familiares extendidos y un sinnúmero de amigos en todos los rincones de Fort Worth.